En su segunda cuenta pública, el presidente respaldó el polémico proyecto para instalar una represa en el sur del país, en medio de críticas de la oposición. Se refirió a los diferendos limítrofes y la política de DDHH

El segundo informe de gestión del mandatario no estuvo exento de polémicas. A las peticiones de "justicia para la clase media" expresadas por parte del público presente en la galería se sumaron las exclamaciones en contra del proyecto de HidroAysén, en la patagonia chilena.

Ese tema, abordado por Sebastián Piñera al final de su presentación, fue el que generó uno de los momentos más tensos de la jornada, informó Emol.com. Cinco diputados de la opositora Concertación se levantaron de sus asientos y levantaron una cartel que exigía una "Patagonia sin represas".

Apenas segundos antes, el presidente había asegurado que el país "no tiene tiempo que perder y por eso se debe tener plena conciencia de que la protección del medioambiente y el desarrollo no son objetivos que compiten entre sí, sino que se complementan".

A pesar de la manifestación, continuó su recuento de gobierno pero las exclamaciones llevaron al titular del Senado, Guido Girardi, a pedir que bajaran la pancarta. El asunto estuvo a punto de pasar a mayores, cuando algunos de los legisladores oficialistas trataron de quitarla por cuenta propia.

"No podemos decir que necesitamos energía, consumirla abundantemente, y al mismo tiempo oponernos a todas las fuentes que la generan", señaló. "Necesitamos un gran acuerdo nacional para enfrentar el desafío de la energía, la generación, la trasmisión y la distribución", subrayó.

En ese sentido, se comprometió a "complementar el trabajo de la comisión de expertos recientemente designada con personeros que representen todas las sensibilidades políticas y distintas sensibilidades de la ciudadanía, generando un debate profundo, serio y responsable".

Piñera sostuvo que no se puede "renunciar a los proyectos hidroeléctricos y termoeléctricos". "Nuestro gobierno descartó construir o planificar plantas de energía nuclear pero las energías limpias representan sólo el 3% de nuestra matriz por tanto, creo que aquellos que dicen que en las energía limpias y renovables está la solución a nuestro problema, están induciendo a error a nuestros compatriotas", indicó.

Anunció que evalúa la posibilidad de crear "una especie de carrier eléctrico, que otorgue a los consumidores mayores opciones para elegir qué generadores proveerán su energía", considerando también todos los resguardos necesarios para proteger el medioambiente.

Conflictos limítrofes con Bolivia y Perú

El mandatario aseguró que con Bolivia su país "no tiene problemas limítrofes pendientes". Explicó que el tratado de 1904, que puso fin a la guerra del Pacífico, los fijó.

"Tenemos un mecanismo acordado de 13 puntos, cuyo objetivo es alcanzar soluciones concretas para ambos países. Por lo tanto, las declaraciones del presidente Morales, incluyendo su intención de acudir a tribunales internacionales, constituye un serio obstáculo y no se condice con la letra ni el espíritu del tratado", manifestó.

Respecto a Perú, que en 2008 demandó a Chile en La Haya por los límites marítimos, Piñera explicó que están "haciendo valer los tratados limítrofes de 1952 y 1954, que fueron invariablemente reconocidos por Perú, Chile y reconocidos por la comunidad internacional". "Cuando un país tiene la razón y el derecho, tiene que defender y encontrar la unidad necesaria para que esos derechos sean respetados", agregó.

Creará una subsecretaría de Derechos Humanos

El organismo estará encargado de coordinar los programas de apoyo a las víctimas de la dictadura de Augusto Pinochet, indicó. "En justicia y derechos humanos nuestro gobierno está dando pasos sustantivos para instaurar en Chile una verdadera cultura de protección y fomento de la vida y la dignidad, en todo tiempo, lugar y circunstancia", afirmó.

En el país existen ya un Instituto de Derechos Humanos que es autónomo y un Programa de Derechos Humanos que depende del Ministerio del Interior. Piñera recordó que en 2010 se invirtieron 143 millones de dólares para fomentar los valores fundamentales y reparar a víctimas de la dictadura.