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El chavismo (1998-2013) y el postchavismo de Nicolás Maduro mantienen una especial relación con los procesos electorales pues a la vez que descalifican cualquier tipo de oposición (llamando fascistas a sus rivales), las urnas les sirven para legitimar su permanencia en el poder.
(Especial para Infolatam por Rogelio Núñez)-. Las citas electorales a lo largo de estos 15 años han traído grandes alegrías y enormes sinsabores a los dirigentes del régimen.
En realidad, el chavismo (1992-2013) se puede dividir en tres grandes periodos desde el punto de vista electoral.
Del golpismo a las urnas (1992-1998)
Entre 1992 y 1998 Hugo Chávez no creyó en la vía electoral para llegar al poder. Optó por los métodos golpistas (el golpe de febrero de 1992 y el de noviembre de ese mismo año) y luego en el abstencionismo como fórmulas para desgastar a la IV República.
Bajo la dirección y consejo de Luis Miquelena (veterano dirigente comunista), Hugo Chávez cambió de táctica en 1998. Fue un acierto pues Chávez demostró ser un “animal político” con un carisma arrollador y con una gran capacidad de establer una fuerte empatía con el electorado, en especial las clases populares.
Luis Miquelena a Hugo Chávez en 1998: “Hugo, si sigues por ese camino del golpe terminarás dentro de 2 o 3 años como un gritón más en las esquinas de Caracas, sin que nadie te pare bolas y tú tienes condiciones de liderazgo y eso deberías aprovecharlo en un discurso democrático”
En 2012, Miquelena recordaba así el cambio experimentado por Chávez: “A pesar de que coincidíamos en muchos puntos, en una cosa no estábamos de acuerdo: En la persistencia de la vía golpista para llegar al poder… le dije en una reunión: Hugo, si sigues por ese camino del golpe terminarás dentro de 2 o 3 años como un gritón más en las esquinas de Caracas, sin que nadie te pare bolas y tú tienes condiciones de liderazgo y eso deberías aprovecharlo en un discurso democrático. Allí puedo decir, con toda propiedad, que influí decisivamente para que él cambiara del camino del golpismo por el camino democrático. Pero más nada, no me la echo de teórico ni orientador de nadie”.
Se confirmó como un “animal político” imbatible en la urnas y con un estilo de liderazgo basado en la polarización social y política donde creaba un mundo de buenos (el pueblo venezolano) y malos (“la oligarquía”).
Hugo Chávez tras fracasar el golpe de Estado de 1992
Chávez, que en 1998 levantó la bandera de la lucha contra la corrupción y de transformar a Venezuela, en realidad no cambió los patrones socioeconómicos del país.
Una Venezuela que siguió siendo petroleodependiente y un gobierno que se mantuvo en el poder estimulando los patrones de consumo de la población de forma clientelar y corrupta como en los mejores momentos de la IV República, el régimen odiado por el chavismo.
Como señala el politólogo Steven Levitsky “Chávez gan(aba) por … el gasto social. Gracias a los ingresos extraordinarios generados por el petróleo (más de $ 600 mil millones en la última década), el gobierno de Chávez ha invertido una enorme cantidad de dinero en programas de salud, educación, nutrición, vivienda y pensiones. Estos programas sociales son marcados por la ineficiencia y la politización. Han generado relaciones clientelistas. Y, en términos fiscales, son poco sostenibles (muchos analistas esperan una fuerte resaca –con devaluación– después de la fiesta electoral)”.
Las grandes victorias del chavismo (1998-2007)
El chavismo fue invencible en la arena electoral durante casi una década en todo tipo de procesos (presidenciales, legislativas, municipales o consultas populares).
Así fue electo presidente saliendo de la nada en 1998: ganó con un 56 por ciento de los votos frente al 40 por ciento de Henrique Salas Romer, su más cercano rival.
Hugo Chávez jurando su cargo en 2007
En 1999 triunfaba en el referendo constituyente de abril con alrededor de un 90 por ciento de los votantes para convocar a una Asamblea Constituyente que redactara una nueva carta magna.
Volvía a imponerse en el referendo constituyente de diciembre: El 72 por ciento de los votantes aprobó la nueva Constitución, lo que dio inicio a la llamada “Revolución Bolivariana”.
En 2000 vencía en las elecciones presidenciales: Chávez obtuvo el 60 por ciento de los votos frente al 37,5 por ciento de su principal rival, Francisco Arias, para el mandato que inició en el 2001. A este evento se le conoce como las “mega-elecciones” ya que se convocaron para legitimar los cargos de elección popular tras aprobar la nueva carta magna, incluyendo gobernadores y alcaldes.
Entre 1998 y 2007 el chavismo no perdió ni una de las citas electorales (ganó entre otras tres presidenciales en 1998, 2000 y 2006 y tres referendos)
En 2004 se imponía en las elecciones regionales al ganar en 22 de los 24 estados y más del 80 por ciento de las alcaldías. La oposición se debilitó, al perder seis de las ocho gobernaciones que controlaba y la gran mayoría de las 220 alcaldías que mantenía desde el 2000.
Y también vencía ese mismo año el chavismo en el referendum revocatorio: En agosto, el 59 por ciento de los casi 10 millones de votantes decidieron que Chávez debía seguir en el poder en un referéndum activado por la oposición para poner fin a su mandato.
En 2005 lograba el 100% de los escaños (165) de la Asamblea debido a que la oposición se retiró de la cita alegando falta de confianza en el proceso electoral.
Hugo Chávez Venezuela
Y todo ello culminaba en 2006 cuando fue reelegido presidente con un 62 por ciento de los sufragios frente al 37 por ciento del candidato opositor Manuel Rosales, prometiendo llevar a Venezuela hacia el “Socialismo del Siglo XXI”.
Cada elecciones presidencial suponía un avanece del chavismo hacia la hegemonía: en 1998 superó el 56% de los votos y aventajó en más de 16 puntos a Henrique Salas. En 2000 se impuso a un excompañero ideológico como Francisco Arias Cárdenas por más de 22 puntos y superó el 59% de los votos.
Y en 2006 ganó al opositor antichavista Manuel Rosales por casi 26 puntos y superó el 62% de los votos. Por lo tanto en estos años no solo fue aumentando su apoyo (desde el 56% al 62%) sino también la diferencia con respecto a sus rivales (de 16 puntos a más de 25).
Victorias y derrotas (2007-2013)
Tras nueve años de victorias electorales Chávez y el chavismo parecían imbatibles en las urnas.
Eso fue así hasta que en 2007 sufrió su primera derrota electoral tras años de aplastantes victorias cuando su propuesta para reformar la Constitución y profundizar su proyecto socialista fue rechazada en referendum por un estrecho margen.
Inicio campaña electoral en Venezuela para los comicios del 16 de diciembre
No solo era derrotado sino que en ocasiones sus victorias no eran tan abrumadoras.
En 2008 en los comicios regionales (los anteriores a la actual cita) la oposición ganó emblemáticos estados y alcaldías, aunque el oficialista PSUV logró conquistar nuevamente la mayoría de los cargos en juego.
Antonio Ledezma y Henrique Capriles conquistaron para la oposición la alcaldía de Caracas y la gobernación de Miranda. Si en las elecciones de 2004 la oposición obtuvo el control de dos estados, en 2008 conquistó cinco, además de la Alcaldía Mayor de Caracas.
Tras lograr en 2009 ganar en el referéndum sobre los límites a la reelección de cargos públicos fijados en la Constitución de 1999 (Chávez conseguía así la posibilidad de optar a la reelección eterna), llegaron las legislativas de 2010.
El oficialismo ganó la mayoría de escaños. No obstante, la oposición celebró que el voto fue muy igualado y que el partido de Chávez no alcanzó los dos tercios de los escaños requeridos para aprobar grandes reformas.
Maduro ganó el pasado 14 de abril por un margen de 272.000 votos (menos de 2 puntos porcentuales) al líder opositor, Henrique Capriles, en las elecciones presidenciales, apenas seis meses después de que el fallecido Hugo Chávez le sacara más de 10 puntos y 1,6 millones de sufragios al aspirante de la oposición.
Hugo Chávez logró la mayoría en la Asamblea Nacional (91 diputados) en las elecciones legislativas pero la oposición de la Mesa de Unidad, que habría sumado el 52% de los votos, alcanzó 59 escaños que le posibilitaban bloquear las leyes orgánicas que trate de impulsar el chavismo. Chávez aspiraba a tener 110 escaños, los dos tercios de la cámara.
El chavismo, con Chávez aún vivo, pero muy enfermo, mostró su músculo político en las presidenciales de 2010 donde fue reelecto con el 55,07 por ciento de los votos 8,1 millones de sufragios- en una contienda en donde se midió con el opositor Henrique Capriles que logró el 44,31 por ciento.
A pesar de que el mandatario obtuvo una cómoda victoria, la oposición logró su mejor resultado en más de una década al alcanzar 6,5 millones de votos.
Nicolás Maduro tras proclamarse ganador de las elecciones presidenciales de Venezuela
En diciembre el PSUV arrasó con 20 de las 23 gobernaciones en juego, a pesar de la ausencia del presidente Chávez quien para ese momento convalecía en Cuba.
El gobernador del central estado Miranda, Henrique Capriles logró la reelección.
Pero sin Chávez, el chavismo, reagrupado en torno a Maduro, se mostró más débil en las presidenciales de abril de 2013.
El apoyo electoral bajó de los 8.191.132 obtenidos por Hugo Chávez el 7 de octubre de 2012, a los 7.587.161 de Nicolás Maduro el 14 de abril pasado.
Maduro ganó el pasado 14 de abril por un margen de 272.000 votos (menos de 2 puntos porcentuales) a Henrique Capriles, apenas seis meses después de que el fallecido Hugo Chávez le sacara más de 10 puntos y 1,6 millones de sufragios al aspirante de la oposición.
Por eso estas elecciones municipales del 8 de diciembre son claves para saber si la cuesta abajo del voto chavista continúa, se estabiliza o se revierte. De lo que ocurra depende la estabilidad del régimen postchavista que encabeza Nicolás Maduro.
Tomado de INFOLATAM
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