Analistas aseguran que es erróneo que el país vaya a entrar en una nueva recesión. El secretario del Tesoro afirmó que adoptará medidas excepcionales para evitar el default

Los grandes incrementos en los impuestos se combinarán con recortes agresivos en el gasto gubernamental, incluidos programas internos y de defensa. Es probable que los precios de las acciones se derrumben, que el gasto de los consumidores se reduzca y que las empresas despidan a más empleados. Y una recesión económica podría comenzar en cuestión de meses.

El secretario del Tesoro estadounidense, Timothy Geithner, confirmó que tomará  "medidas excepcionales" para evitar un default las cuales deberían normalmente dar un par de meses de margen pero la incertidumbre de las negociaciones sobre el precipicio fiscal en los Estados Unidos impide proyectar la duración de esta solución.

Pero el comienzo de 2013 podría ser mucho menos catastrófico de lo que temen muchos. En primer lugar, ambas partes podrían llegar a un acuerdo de corto plazo antes del Año Nuevo, con lo que se pospondría el recorte en los egresos al menos hasta el segundo trimestre. El presidente Barack Obama y los miembros del Congreso regresan este jueves a Washington.

Incluso si pasa el 1º de enero sin que se rompa el estancamiento, pocas empresas o consumidores caerán en pánico, siempre y cuando parezca inminente un acuerdo. El aumento de impuestos y las reducciones presupuestarias podrían anularse con efecto retroactivo.

Y el impacto de los aumentos impositivos se sentiría gradualmente. Casi todos los contribuyentes recibirán menos dinero en sus cheques de pago, aunque la cantidad pasará casi desapercibida.

"La conclusión de que caer en el abismo fiscal significará una recesión el próximo año es errónea", dijo el economista Lewis Alexander, de la firma Nomura Securities. "Dependerá a la postre del tiempo que esté en vigencia esa política".

Siempre está la posibilidad que una negociación entre Obama y los legisladores republicanos acabe mal. La perspectiva de un aumento fiscal permanente y una reducción en los gastos presupuestarios podría hacer que muchos consumidores y empresas posterguen sus gastos, la contratación de personal o la ampliación de sus negocios.

Sin un acuerdo durante meses, el abismo fiscal ocasionaría que la economía estadounidense se contrayera 0,5% en el primer semestre de 2013 y cayera en la recesión, estimó la Oficina Presupuestaria del Congreso.

Empero, casi todos los economistas creen que habrá un acuerdo, si no para Año Nuevo, sí para poco después. Las empresas y consumidores seguirían en calma siempre y cuando los negociadores parezcan avanzar hacia un acuerdo.

"La atmósfera es más importante que si las negociaciones fracasan", dijo el economista Paul Ashworth, de la firma Capital Economics.

Hay varios motivos por lo que muchos se muestran ahora optimistas en que una caída por un breve período en el abismo fiscal no descarrilaría la recuperación económica:

- Aunque el precipicio fiscal costaría a la economía unos 671.000 millones de dólares en 2013, el aumento de los impuestos que sufriría la mayoría de los estadounidenses sería leve en un principio. La expiración de los recortes en los impuestos sobre la renta y de Seguridad Social ocurriría de manera paulatina durante 2013. Para quienes ganen entre 40.000 y 65.000 dólares año, sus ingresos se reducirían en un promedio cercano a los 1.500 dólares en el año próximo, aunque el alza de impuestos representaría sólo 130 dólares en enero, de acuerdo con el Centro de Política Fiscal.

-Cerca de un tercio de los aumentos tributarios no afectaría a buena parte de los estadounidenses. Algunos golpearían a las empresas. Otros, como los impuestos más altos sobre inversiones y herencias, así como la expiración de los beneficios fiscales para la clase media, no entrarían en efecto sino hasta que los ciudadanos presentaran sus declaraciones al fin del ejercicio, en 2014.

-El Servicio de Recaudación Interna ha pospuesto el cobro de aumentos que podrían producirse en los impuestos. Sin un acuerdo, la tasa máxima de impuesto sobre la renta para una persona soltera con ingresos gravables de entre 36.000 y 88.000 dólares subiría de 25% a 28 por ciento. Pero ello no comenzaría a reducir los ingresos de los estadounidenses a comienzos de enero, incluso si no se alcanza un acuerdo para entonces.

-Aproximadamente el 85% de las reducciones del gasto en defensa y programas internos tardaría semanas o más en realizarse. Ello significa que las agencias gubernamentales no comenzarían a recortar plazas laborales de inmediato.

El Dow Jones cede un 0,23% y el índice tecnológico Nasdaq cae un 0,20 por ciento. La bolsa opera con horario reducido por las Fiestas de Navidad

Sin ninguna novedad sobre las negociaciones fiscales en Estados Unidos, el temor sobre un "abismo fiscal" se renueva entre los inversores. Wall Street inició operaciones a la baja, en una hornada marcada por los horarios reducidos en víspera de Navidad.

El Dow Jones cede un 0,23% y el Nasdaq abrió con una caída del 0,20%, lo que aplasta el ánimo de los corredores de bolsa. En una sesión con pocos negocios, los precios de la deuda del Gobierno de Estados Unidos también descienden. Sin embargo, los analistas le restan importancia a los movimientos de precios del lunes, al no considerarlos señales de la confianzadel mercado.

El mercado de bonos estadounidense cerrará a las 1900 GMT, una hora después de Wall Street. En contraste con las principales plazas de Asia los mercados estadounidenses y en la mayor parte de Europa cerrarán el martes 25 por los festejos de Navidad.

Las bolsas europeas ya cerraron y operaron con esasas variaciones. Las negociaciones para evitar un "abismo fiscal" en Estados Unidos se congelaron por la llegada de las fiestas de fin de año y el tiempo empieza a correr. La semana pasada, la Casa Blanca rechazó un "plan B" sobre el abismo fiscal.

Así, el Gobierno y el Congreso estadounidense tienen sólo siete días para llegar a un acuerdo y evitar la entrada en vigencia de aumentos de impuestos automáticos y recortes de gastos por US$ 600.000 millones desde el 1 de enero.